Para ello, nos hemos divido las noches entre los redactores de este humilde blog, de modo que cada uno pueda hacer una especie de review del acontecimiento. La nota después del salto.
Antes de empezar quisiera disculparme por lo tarde que saldrá esta entrada (la primera noche fue el 22 de febrero y estoy escribiendo esto a las 0:24 del 24 )
Lo primero es lo primero, la obertura del festival, que generalmente es un showcase de danza, música y canto, aunque pueda variar de año en año. En este caso teníamos a los Power Peralta, un dúo de bailarines, interpretando una cuática coreografía en una jaula y luego junto a varios bailarines más, todos con una indumentaria que yo catalogaría como muy mortal kombat con toques militarizados. Intenté encontrarle un sentido a la puesta en escena (la jaula, la guachita haciendo tela, el disfraz medio mortal kombat, el volcán, el desierto y el mar en las pantallas gigante) pero llegué a la conclusión que puede que todo sólo esté allí para favorecer la estética, no hay razón alguna por la que una obertura deba tener alguna consigna política o social por detrás, pese a que 2015 fue un año DE MIERDA para el país. De hecho, creo que lo que más conviene mostrar en un festival que es transmitido a todo el continente es que nuestro país es bonito, consigna que se apoya por un cántico que llegó a aparecer entremedio de toda la volá bailarina (chile, mi tierra) (yo tarzán, tú jane), y las imágenes en las pantallas no son sólo más que la variedad de paisajes que se ven a lo largo del reino de Chile. Como sea sigamos.
El primer artista de la noche fue Marco Antonio Solís, un cantante mexicano que canta desde unas baladas súper trágicas a unos ritmos medios rancheros y medios mariachis (¿está bien dicho?). Al principio sentí que cantaba como el orto, pero luego fui apreciando su voz que igual es bonita para cantar y para hablar, además encuentro que tenía un buen apoyo musical sobre el escenario, tenía su sección de cuerdas, otra de metales, un tipo tocando la guitarra eléctrica, las percusiones, incluso un acordeon, elemento básico en las rancheras. Cantó principalmente sus canciones más conocidas ("donde estará mi primavera" "Si no te hubiera ido", esa que dice o me voy o te vaaaas) y creo que tiró una que era más actual que cantaba con Enrique Iglesias si no me falla el oído (claro que la parte de Iglesias estaba reproducida desde algún lado, como cuando Queen pone un vídeo de Freddy Mercury cuanto tocan Bohemian Rhapsody en vivo). El show yo encuentro que fue sobrio, nada destacable, sólo Jesús de Nazareth Solís cantando sus canciones, haciendo los típicas acotaciones entre canciones, unas chiquillas bailando entremedio (en una se les unió Marquitos) y un segmento en que se puso a tocar la batería mientras canta, de culto. Para variar un poco el repertorio de canciones melosas para señoras reminiscientes de las épocas en que Megavisión se mandaba una o dos telenovelas mexicanas después de almuerzo, en un momento cantó un clásico criollo; "yo tengo unos ojos negros". Su show concluyó luego de conseguir una gaviota de plata y otra de oro, mi coetáneo Gabo Moya en Skype me aseguraba que nadie en el público estaba coreando por la gaviota de oro, pero yo pienso que, dado el tipo de público que se encontraba en la Quinta Vergara (puras viejas culiás) estaban más que satisfechas con dicho show.
En cuanto al humor, yo creo que Viña es uno de los escenarios más cuáticos que hay en Chile para los humoristas, hay que tener cuidado a quien invitar y de qué cosas hablar, puede que termines siendo devorado por el monstruo o acunado por él. La rutina de Edo Caroe fue un golpe bajo al monstruo, terminó encantando a la Quinta con sus reflexiones acerca de la situación del país, combinado con algunos chistes cortos negros y ridiculizaciones de prácticamente todo, pero todo. Han tildado la rutina de sexista, sin respeto, facha, comunista, etc, Virginia Reginato tenía un rostro que llegaba hasta al suelo y ha sido mayormente elogiada en las redes, aunque uno de los temas principales que manejan los humoristas (¿por qué no comediantes?) en viña es la política. Se dice que la rutina fue censurada, lo cual es una posibilidad más que real dado su naturaleza. De lo mejor. Salió campante Caroe con ambas gaviotas.
Luego de Caroe vino la competencia internacional que siempre he encontrado que e sun aspecto bien subvalorado del festival, sobre todo porque ahora suelen ser canciones pop o algo por el estilo en lugar de un género que represente al país en cuestión, pero por otro lado a veces salen joyitas que a uno se le quedan dando vueltas en la mente (Aguante Italopop ) . Sólo alcancé a escuchar al representante de México en dicha competencia, que cantaba bonito. Y eso es todo lo que pude percibir (jijiji)
Para coronar la noche, se presentó Ricardo Montaner, un cantante venezolano que me tinca que también su público obejtivo son las señoras de edad, prueba de aquello es que no recuerdo niguna canción que haya cantado, lo único que recuerdo es que alguna vez animó el festival (¿por qué? no lo sé). Su show fue del mismo calibre artístico que el de Solís, sólo que este tipo es más bachatero y más picardía en las letras, pasó todo expedítamente, hizo un llamado a liberar a Leopoldo Lopez de su cautiverio en Venezuela mientras cantaba resumiendo (buena rolita ah?). Al final se llevó las dos gaviotas (¿dónde quedaron las antorchas?¿me perdí de algo?)
En resumen fue una noche de artistas cebolleros y viejas culiás, polémica y humor negro, una noche bien variada en mi opinión, pero en realidad encuentro que todo el line up del festival es más o menos por la misma onda, por lo menos musicalmente, a excepción del sábado que es más juvenil y tiene regueton a la javi mena (lov). Por mi parte, creo que terminé de convertirme en una vieja culiá y creo que la música de marco antonio de nazareth me pega a un nivel espiritual de cierta manera a las dos de la mañana, al igual que richi montaner.
No hay comentarios:
Publicar un comentario